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El 55% de los empresarios españoles afirma haber tenido algún impago en los últimos doce meses, según la encuesta* realizada para la undécima edición del “Análisis del comportamiento de pago empresarial”, un macro estudio sobre la situación de los pagos en las empresas publicado por INFORMA. Esta proporción es 9 pp inferior a la del año pasado, cuando llegaba al 64%, aunque supera la de 2021, año en el que se quedaba en el 43%.
En el 89% de los casos, el importe de estos pagos sin cobrar no alcanza el 5% de la facturación de las empresas, porcentaje por debajo del 95% de la encuesta del año pasado.
La principal causa que apuntan las empresas para que se produzcan estas demoras no ha cambiado desde hace un año. Si en 2023 para el 39% eran los problemas financieros este año sigue siendo la primera con un 34%. Algo más de un 30% opinan que el mayor causante de los retrasos son los problemas administrativos y para más de un 22% se trata de demoras intencionadas, porcentaje que sube desde el 15% de 2023.
Nathalie Gianese, directora del Departamento de Estudios de Informa D&B, ha destacado que: “El retraso medio de las empresas españolas terminó 2023 en 14,67 días, por debajo de nuevo de los 15 días, aunque con un aumento de 0,13 días en un año”. Estos retrasos suponen un coste de cerca de 3.000 millones de euros para el tejido empresarial.
La demora media española había superado siempre a la europea hasta 2016 para volver a igualarse en 2018 y estar por encima desde entonces. Al cierre de 2023 es 2,56 días más elevada que la media europea, que se queda en 12,11 días.
El número de empresarios que aplica intereses de demora desciende notablemente, del 24% al 14,5%, y retrocede en mayor medida el porcentaje de encuestados que cree que la aplicación de un régimen sancionador ayudaría a mejorar el cumplimiento de los plazos de pago del 45% al 18%, quedando publicar los malos pagadores como la medida que más favorecería un cambio de comportamiento, con el 19%, siendo la tercera premiar a los buenos pagadores con un 13% y la siguiente es obligar a las empresas a publicar sus plazos de pago reales con un 11%.
Otras soluciones que se apuntan, aunque con menor fuerza, son la formación a empresarios en gestión de cobros, mejorar las ayudas, los códigos de conducta sectoriales, más préstamos o servicios de mediación.
Los resultados del análisis muestran que los pagos puntuales han crecido desde hace un año, cerrando el ejercicio rozando el 46%, frente al 44,4% del último trimestre de 2022. Por su parte, los pagos a más de 60 días suben ligeramente, pero sin llegar a alcanzar el 6%.
Un 57% de las empresas presentaba al cierre de 2023 un riesgo alto o medio alto de pagar a más de 90 días. Hay que señalar que el 55% de las empresas que tuvieron algún impago en 2023 ya habían registrado retrasos de más de 30 días en 2022, el 68% de estos superaban los 90 días de demora.
España mantiene una dicotomía en el comportamiento de pago de las empresas entre norte y sur, con una diferencia de 15,37 días en el retraso medio entre la comunidad que mejor paga, Navarra con 9,28 días de demora, y la que peor, Ceuta con 24,65. Esta diferencia supera en más de dos días a la de finales de 2022. El retraso medio aumenta en la mayor parte de las autonomías desde hace un año, especialmente en Ceuta, que añade 9,20 días, y en Baleares, que suma 2,54 días.
Hasta seis autonomías pagan más del 50% de sus facturas en plazo al acabar el año (eran solo dos al cierre de 2022): Baleares (53,55%), La Rioja (52,50%), Madrid (51,17%), Murcia (50,91%), Navarra (50,63%) y Asturias (50,12%). Al contrario, los menores porcentajes, por debajo del 40%, se dan en Extremadura, con un 36% de cumplimiento, y Canarias, que se queda en un 31%.
La Administración es, como a finales de 2022, el sector con una mayor demora, a pesar de recortar casi dos días en un año para quedar en 26,53. El siguiente es Hostelería, con 20,86 días de retraso. Por debajo de la media encontramos a Industria, 11,53 días, Industrias extractivas, con 12,71 días, Comercio, 13,44 días, Comunicaciones, 14,16 días, y Construcción y actividades inmobiliarias, con 14,38 días. Los mayores incrementos desde hace un año son para Industrias extractivas y Sanidad, que añaden 1,70 y 1,30 días cada uno.
En diciembre de 2023 las micro y pequeñas empresas pagaban con mayor puntualidad que las medianas y grandes, el 51% y el 48% de las primeras frente al 30% y 14% de las segundas. Sin embargo, desde el año anterior el periodo medio de retraso ha disminuido ligeramente excepto para las microempresas, que añaden 0,69 días. El más corto es para las pequeñas, 11,89 días, las medianas se demoran 12,97 días de media, las grandes 15,28 días y las micro son las que más dilatan sus pagos, 17,40 días.
*Para añadir aspectos cualitativos a los estudios de comportamiento de pagos, hemos realizado una encuesta telefónica, a través de CTI Soluciones, durante el mes de mayo de 2024 sobre una muestra aleatoria de 1.900 clientes de INFORMA D&B. De esa cifra, se obtuvieron 300 respuestas de gerentes o directores financieros. El objetivo principal de esta encuesta es conocer cómo se organizan las empresas para luchar contra la morosidad.